Las personas somos seres de relación, contamos con un lenguaje, palabras, risas y sonrisas, gestos, posturas. Un amplio repertorio que nos permite entrar en juego con las otras personas. En definitiva. comunicarnos.

A estas alturas, todos deberíamos tener claro que la comunicación que se promueva desde los equipos de salud cumplirá un rol clave para garantizar el derecho del paciente.

Por ello, repensar las modalidades de comunicación que abordan los trabajadores de la salud, y enmarcarlas en un contexto de igualdad de derechos y respeto por las diferencias, es un paso fundamental para que usuarios y y usuarias de servicios de salud tomen decisiones informadas acerca de su cuerpo y su salud.

Salud y Lenguaje: ¿una relación posible?

Las palabras nunca son neutrales. La forma en que lo dice, los gestos y las expresiones que utiliza son algunas de las claves principales para que la persona siga el tratamiento indicado, comprenda cuál es la situación de su salud y la de su familia, y pueda tomar decisiones informadas sobre cómo cuidarse.

Elegir las frases y las palabras adecuadas requiere comprender que el otro puede no estar manejando los mismos códigos que uno utiliza y sobre todo implica la escucha, ponerse en el lugar del otro.

Por eso, cada uno de los que trabajan en el ámbito de salud, puede con su palabra contribuir con la promoción de la salud de aquellos a quienes atienden en la consulta.

Del mismo modo, pensar las formas de comunicación que desarrollamos todos los días es reconocer la potencialidad de la palabra. La comunicación en salud merece ser pensada con la misma seriedad y responsabilidad con la que nos abocamos a otros temas sanitarios.

Comunicación y salud son dos prácticas que necesitan caminar juntas para que la salud esté enraizada con las comunidades. Este encuentro entre comunicación y salud involucra el derecho a la información ligado directamente a una mayor accesibilidad al servicio de salud.

Guía Comunicación y Salud MSAL

En la actualidad, el sistema de salud presenta todo tipo de barreras (desinformación, lenguaje técnico, demoras). La comunicación puede transformarse en un puente para sortear esas barreras y mejorar las condiciones para quienes atienden en los centros de salud, así como para quienes trabajan en ellos.

La comunicación es, por tanto, parte constitutiva del proceso de atención y cuidado del paciente.

Perspectiva de derechos

Pensar la salud como un bien público o como un derecho social, supone un abordaje integral del ser humano.

La salud no se limita a la asistencia sanitaria, si no que es un derecho básico vinculado a unas condiciones de vida.

En resumen, la salud es la construcción colectiva de un proyecto de vida digno.

Derecho a la información

Entonces, ¿cuál es el camino? Se trata de proporcionar herramientas que posibiliten mejorar la capacidad de cuidado sobre la propia salud y la salud mental de la comunidad.

El acceso a la información facilita que los individuos y las comunidades puedan desarrollar una participación.

Para que la información llegue a destino debe estar presentada de manera clara, en un lenguaje accesible y adecuado y diferenciado según las prácticas culturales de cada comunidad y población destinataria.

Perspectiva comunicacional

La comunicación es un proceso antropológico. «Antes que la tecnología desarrollara sus avances en el campo comunicacional e informático, antes de que la comunicación adquiera el carácter de mediático, la comunicación fue, es y será un fenómeno antropológico, social, un fenómeno específicamente humano».

Nuestro lenguaje constituye una característica esencial, en tanto diferenciadora, del ser humano.

Y es que toda sociedad va tomando conciencia de que el lenguaje «construye el mundo».

Sin olvidarnos jamás que la comunicación ha dejado de ser un «instrumento al servicio de», para convertirse en una dimensión estratégica en el campo de la salud.